Si le gustan los bucólicos paseos en bicicleta para descubrir la belleza que nos rodea, esto es para usted: un carril bici parte de Milán y conduce a dos de los pueblos más bellos de Italia, villas nobles, abadías y naturaleza virgen.
Todo lo que tiene que hacer es tomar un camino a lo largo del agua y dejarse sorprender por lo que se encuentre por el camino, vistas de tiempos pasados, campos cultivados, naturaleza y pequeños pueblos.
La ruta comienza en Milán.
El carril bici que parte de Milán

Si te gustan los paseos lentos, verdes y relajantes, este es para ti, y empieza cómodamente desde Milán. Aprovéchalo. A veces no hace falta ir demasiado lejos, ni grandes equipamientos o preparativos. Pero sí ganas de ir y descubrir. La ruta es principalmente llana y sigue un histórico curso de agua en plena naturaleza.
El carril bici está salpicado de pueblos tranquilos, puentes, antiguas esclusas y árboles que se reflejan en el agua. Al final de la ruta te esperan dos pueblecitos que parecen salidos de otra época: Cassinetta di Lugagnano y Morimondo.
Pero cómo funciona

Lo ideal es partir de la zona de Navigli, cómoda y de fácil acceso. Se recorre el Naviglio Grande, pasando por pueblos pintorescos como Trezzano o Gaggiano(el pueblo más alegre de Italia, por cierto) y, tras una hora y media de trayecto, se llega a Cassinetta di Lugagnano. Cassinetta ofrece un ambiente tranquilo y aristocrático con sus villas aristocráticas y su ubicación en el Naviglio Grande, que atraviesa el pueblo y lo divide en dos núcleos urbanos. El escaso tráfico lo convierte en un pueblo perfecto para pasear en bicicleta.
Tras una parada gastronómica para refrescarse en una de las trattorias que salpican la zona, se puede volver a coger la bici y llegar a Morimondo, que está a unos 12 kilómetros de Cassinetta. Morimondo cuenta con una abadía famosa por ser un magnífico ejemplo de arquitectura cisterciense, obra maestra del arte románico-gótico. El pueblo merece una visita por su aspecto medieval bien conservado y el paisaje rural del valle del Tesino.
¿Cómo volver? Puede hacer la ruta a la inversa o llegar hasta la estación de Albairate-Vermezzo , cerca de Morimondo, que acepta bicicletas, y regresar cómodamente a Milán-Romolo.
Pequeñas recomendaciones: la ruta es muy expuesta y si piensa hacerla en verano, sombrero, mucha agua y crema solar.