Nuestro Paease está realmente lleno de lugares increíbles y desde Milán se puede llegar a lugares que ni siquiera parecen reales. Lugares que ni siquiera parecen estar en Italia. Estamos tan cansados de viajar al otro lado del mundo, pero no sabemos que hay extraordinarios tesoros escondidos detrás de nuestra puerta que quizá ni conozcamos. Como esta isla a una hora de Milán, pequeña y llena de vegetación, donde sólo vive un habitante. En medio de un lago, uno de los más conocidos de Italia y del mundo.
Un lago, destino exclusivo de muchas personas cada año, lugar de bodas, sede de elegantes villas y de algunos de los mejores hoteles del mundo. Un lugar que todos envidian y que tenemos muy cerca de casa. El Lago de Como, así es. Lo ha adivinado.
Justo en medio del Lario se encuentra esta isla prácticamente deshabitada y sin edificios, salvo algunas villas de reciente construcción y una antigua iglesia barroca. Es la única isla del lago.
La isla con un solo habitante cerca de Milán
Si no conocía su nombre, hablamos de la isla Comacina, perteneciente al municipio de Tremezzina. Un paraíso terrenal la mayor parte del tiempo inaccesible al público y, por tanto, incontaminado y aún con muy pocas huellas humanas. Si pensamos en lo concurrida que está la zona circundante entre Como, Bellagio y los demás centros turísticos populares, sobre todo en verano.
La historia de la isla es muy antigua y si os interesa os dejamos el enlace para descubrirla en detalle. Solo te diremos que es una pequeña isla de origen glaciar cuyas huellas en la historia parecen remontarse hasta el año 1000, alrededor del siglo XI.
Piense lo que este lugar no ha visto, las transformaciones que ha sufrido. Si pudiera hablar, las historias que contaría. Tras una devastación en 1169, no fue redescubierta hasta 1900. Cedida al rey de Bélgica en 1919, éste la donó al gobierno italiano. Pasó a ser propiedad de la Academia de Bellas Artes de Brera, encargada de proteger su interés arqueológico.
Con la intención de convertirlo en residencia para artistas, en 1939 se construyeron allí tres casas de campo como residencias. También había un hotel y un restaurante. Con el tiempo estos dos cerraron sus puertas. Sólo quedan las cabañas y la iglesia románica tardía. Parece que sólo vive una persona, el conserje, en una de las casas. Suficiente. Él, la Naturaleza y el lago a su alrededor.
La isla se puede visitar a determinadas horas. En el sitio web hay toda la información sobre cómo organizar una excursión.