Cuántas de vosotras habéis soñado alguna vez con recorrer las calles de Nueva York siguiendo las aventuras de Carrie Bradshaw junto a sus inseparables amigas, Charlotte, Miranda y Samantha. Carrie, una amante de la moda con un estilo único e insondable, una viveuse que adora las cosas bellas, los clubs chic, la moda y los zapatos, especialmente los del conocido diseñador británico Manolo Blahnik, que pronto abrirá su primera boutique en Milán.
Glamurosos, atrevidos y con clase, los Manolos representan plenamente la feminidad de la mujer. Sus líneas sencillas y limpias, sus colores clásicos (como el negro, el blanco y el nude) y su tacón alto pero posible los hacen versátiles y, por tanto, adecuados para cualquier atuendo, desde unos vaqueros y una camiseta hasta un traje con falda. Como el Mary Jane Campari, el icónico zapato de Blahnik presentado en 1994, negro, cómodo. Tacón ponible, correa, elegante y perfecto para cualquier ocasión. Sigue siendo un modelo codiciado. La serie ha contribuido a hacer aún más deseable y codiciado un zapato ya mundialmente famoso. Como dice Carrie en la serie «Estoy obsesionada con Manolo Blahnik». Y todos lo estamos.
Manolo Blahnik en Milán
Y es en Milán, en pleno Quadrilatero, donde Manolo Blahnik abrirá su boutique, en Via Verri.
La marca, con su primera colección creada en 1972, sigue viento en popa: a pesar de las dificultades a las que se enfrenta el mercado del lujo en el periodo post-pandémico, Manolo Blahnik ha sabido demostrar una gran capacidad de adaptación, cerrando el que ha sido su segundo mejor año de su historia.
Y ahora prepara su apertura en Milán. El objetivo es reforzar la presencia de la marca en los mercados clave.