
Piensa que a 2 horas de Milán hay un pueblo, Gamuza, sin vehículos y que ni siquiera se puede llegar en coche. Es el único pueblo italiano al que no se puede llegar sobre 4 ruedas. Una perla a 1800 metros de altitud, naturaleza virgen, belleza y sobre todo aire puro. Algo de lo que Milán carece cada vez más en estos días, en verano el aire es cada vez más irrespirable.
No se puede llegar en coche, también porque las callejuelas son tan estrechas que no habría forma de pasar. O se coge el teleférico desde Buisson o se llega en avión aterrizando en el aeropuerto del pequeño pueblo. También se puede recorrer a pie el camino de herradura o partir del municipio de La Magdeleine. La Gamuza es rica en acontecimientos, iniciativas y fiestas populares. También es perfecta para los amantes de la naturaleza y el deporte.
Gamuza, el pueblo sin coches
Además de algunos edificios históricos para visitar, como la Iglesia Parroquial de San Pantaleone que data de 1681, en este pueblo hay varias rutas de senderismo que ofrecen vistas increíbles, como el antiguo camino de herradura o el Ru des Novalles, dos rutas inmersas en la naturaleza que no te puedes perder si pasas por allí, así como el lago Lod.
Es una joya alpina que parece sacada de un libro de cuentos ilustrado, ¿conoces los pastos de Heidi? Aquí, el lago se abre entre bosques de alerces y exuberantes praderas verdes. El agua es clara, quieta, y refleja las montañas como un espejo. No hay aglomeraciones ni ruidos, sólo el viento susurrando voces de historias lejanas y los pasos de uno caminando cerca, llenando el corazón de belleza.
El lago es una parada panorámica ineludible en el Balcón del Cervino, una ruta que atraviesa el Valtournenche. Entusiastas del senderismo, tomen nota.
La Gamuza también es perfecta en invierno. De hecho, de aquí parten 16 kilómetros de pistas de esquí. Y por si todo esto fuera poco, también recomendamos el festival musical del pueblo, en el que conviven música electrónica, experimental, clásica y jazz, o el paseo de los sabores. Un evento gastronómico ineludible para todos los gourmets y para los que quieran pasar un día al aire libre entre productos locales, artesanía, puestos de refrescos y animación. En resumen, un lugar que no hay que subestimar en absoluto.
Si de verdad quiere desconectar y vaciar la mente, Gamuza es muy recomendable.
¿Le hemos convencido? ¿Nos haces una visita? Te dejamos aquí la web municipal para más información.