Quien vive en Milán lo sabe: el verano puede ser una pesadilla: caluroso, caótico, a veces casi insoportable y más contaminado de lo habitual, cuando no llueve el aire se vuelve más pesado. Y sin embargo, a pocos kilómetros del centro, se descubre un verde rincón del paraíso donde el tiempo parece ralentizarse, el aire se vuelve casi más fresco (aparentemente) y la ciudad se convierte en un gran parque acuático al aire libre: hablamos del Idroscalo di Milano.
Un oasis verde (y azul) a las afueras de la ciudad

Situado a tiro de piedra de Linate, el Idroscalo se creó en los años 30 como muelle para hidroaviones. Hoy es un auténtico paraíso urbano, una larga franja de agua rodeada de praderas, bosques, carriles bici, parques infantiles y establecimientos de baño.
Nada más cruzar las puertas, uno tiene inmediatamente la sensación de haber ido a parar a otro lugar: no hay bocinazos, ni traqueteo de tranvías, sólo el sonido del agua, el canto de los pájaros y el susurro del viento entre los árboles.
Deporte, relax y diversión junto al mar: mucho más que un parque

En Idroscalo, el verano toma la forma que tú quieras. Puedes tumbarte al sol en las pequeñas playas equipadas, bañarte en las zonas de baño, bucear y nadar. ¿Temes que el agua no esté limpia? Error…¡El agua está certificada!
ASL y ARPA lo confirman, e incluso el Centro de Investigación CAP, que tiene su sede en el Parco Idroscalo, ha tomado muestras y realizado análisis que han permitido afirmar la calidad del agua.
Los amantes del deporte tienen donde elegir: ciclismo, remo, SUP, vela, yoga al aire libre (el entorno del Idroscalo es perfecto para encontrarse en silencio. Pero también hay gimnasia, respiración, meditación y relajación), running (en el Idroscalo hay una pista de más de 6 km señalizada en el suelo y también una pista de campo a través), paseos en bicicleta, escalada en el gran parque de aventuras y luego un parque de skate aventurero para los aficionados. Para los que buscan algo más tranquilo, hay interminables praderas donde leer un libro, hacer un picnic o simplemente contemplar el cielo, pasear a tus amigos de cuatro patas y respirar un poco de verde. ¿Hará calor? Por supuesto que no cambiará la temperatura, pero la naturaleza nos protegerá un poco más.
Un lugar vivo, incluso de noche
No es sólo el día lo que hace especial a Idroscalo, sino también la noche. Cuando se pone el sol, el barrio cobra vida con eventos, conciertos, cines al aire libre y lugares para comer con vistas al lago que proporcionan un ambiente de lugar de vacaciones.
Y después de cenar, a bailar en el Circolo Magnolia, que organiza veladas de cine, cursos, eventos deportivos y gastronómicos y diversos proyectos acordes con los objetivos y el espíritu de la asociación Arci, a la que pertenece el club. Y luego, al aire libre, en el parque, hay cuatro escenarios: un escenario principal capaz de acoger a miles de personas, un segundo escenario para conciertos más íntimos, un escenario rodeado de vegetación para bailar rodeado de naturaleza y un escenario interior, como informamos en la página web.
El Kora Beach Club: la novedad en el Idroscalo

Recientemente ha abierto sus puertas el Kora Beach Club. Un club donde vivir el verano milanés como si estuvieras en un balneario de alguna playa italiana, griega o de donde quieras: cócteles, tumbonas, agua para chapotear, actividades en las que participar y, si tienes hambre, puedes comer los platos del restaurante donde los sabores mediterráneos se encuentran con la creatividad contemporánea. Todo ello en un ambiente sencillo y relajado a pocos pasos de la ciudad. Aquí se respira un aire de vacaciones que sorprende: uno se olvida de que está en Milán y, por unas horas, parece realmente estar en otro lugar: en una pequeña estación balnearia o en un tranquilo lago de Lombardía.
Por qué elegir vivir (aunque sólo sea en verano) en el Idroscalo
El Idroscalo no es sólo un parque: es un espacio en sí mismo, donde pasar los días de verano lejos del asfalto abrasador y del bullicio de la ciudad. Es el lugar ideal para quienes buscan un Milán diferente: más lento, más verde, más fresco.
Tanto si decide pasar allí unas horas por la tarde como hacer de su agosto milanés unas pequeñas vacaciones urbanas, descubrirá que veranear aquí es como hacer una escapada… sin salir de la ciudad.
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