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¿Ha oído hablar alguna vez de la pinsa romana? Si cree que no es más que otra versión de la pizza, ¡prepárese para volver a pensarlo! Esta especialidad culinaria, que hunde sus raíces en la antigua Roma, está conquistando los paladares de los milaneses por su ligereza y su sabor único.
Pero, ¿qué hace tan especial a la pinsa?
El término «pinsa» procede del latín «pinsere», que significa aplastar, estirar, elongar. Esto ya nos da una idea de su forma ovalada y alargada, diferente de la clásica pizza redonda.
Pero la verdadera magia reside en la masa. La Pinsa Romana se prepara con una mezcla de harinas (trigo, soja, arroz) y un largo proceso de fermentación que puede durar hasta 72 horas. ¿El resultado? Una masa muy digestiva, crujiente por fuera y blanda por dentro, con menos calorías que una pizza tradicional.
¿Está listo para embarcarse en un viaje culinario y descubrir la mejor pinsa romana de Milán? ¡Aquí tiene nuestras 5 direcciones que no debe perderse!
Un’Altra Pasta
En el corazón de Milán, Un’Altra Pasta le da la bienvenida en un ambiente sobrio pero cálido. Aquí, la pinsa romana es una auténtica celebración de la tradición, preparada con ingredientes de alta calidad y sabores locales. La masa, elaborada con cuatro harinas italianas ecológicas diferentes, es una obra maestra de equilibrio entre suavidad y crujiente.
No se pierda el Vegana, un triunfo de sabores mediterráneos, ni el Crudaiola, con su crudo de prosciutto San Daniele de 22 meses. Para los más atrevidos, la Napoli sbagliata y el 4 quesos son opciones que no defraudarán.
Aquí encontrará su carta, con pinse blanco y rojo.
📍Dirección: Via Bergamini, 5, 20122 Milán
Pinsino Giusto
Pinsino Giusto lleva la pinsa romana a un nivel de excelencia. Su masa, elaborada con una mezcla de harinas seleccionadas y no modificadas genéticamente, es el resultado de una meticulosa investigación culinaria.
Pero no sólo brilla la masa: los condimentos son un canto a la calidad. Desde el aceite de oliva virgen extra del lago de Garda, galardonado con las Tres Hojas de Gambero Rosso, hasta el salami sin conservantes de Lombardía y los quesos de Valsassina, cada bocado es una experiencia gastronómica inolvidable.
No se pierda su Percorso Pinsa Romana, un completo viaje culinario a un precio muy asequible: 15€.
📍Dirección: V. Genova Thaon di Revel, 4, 20159 Milán
Al Pizzino
La masa de Al Pizzino es un equilibrio perfecto entre crujiente y suave, mientras que los ingredientes, con varias opciones veganas, son ricos y de alta calidad.
Las estrellas de la carta son la Pinsa Burratissima y la Pinsa Crudo di Parma e Bufala, pero cada creación es una explosión de sabores.
Y para los amantes de la cerveza, hay una selección de cervezas artesanas que el dueño estará encantado de recomendar con su proverbial simpatía.
📍Dirección: Via Pietro Borsieri, 24, 20159 Milán
Kavó – Pinsa romana y más
En la animada zona de Porta Genova, Kavó le da la bienvenida en un ambiente acogedor y moderno. Aquí puedes elegir de la carta o dar rienda suelta a tu creatividad componiendo tu pinsa ideal.
La masa es ligera y crujiente, pero al mismo tiempo sabrosa y bien rellena.
No puede irse sin haber probado su Pinsa all’amatriciana, un verdadero triunfo de sabores.
Los jóvenes propietarios ponen pasión y amabilidad en cada plato, haciendo que la experiencia sea aún más agradable.
📍Dirección: Via Savona, 13, 20144 Milán
Ce Piace – Osteria Romana
Ce Piace trae el auténtico ambiente romano al corazón de Lambrate. El restaurante, dominado por el horno de pinsa, ofrece un ambiente cálido y acogedor, perfecto para un almuerzo o una cena con amigos.
Sus pinsas, tanto blancas como rojas, son una explosión de sabores, crujientes y sabrosas en su punto.
Nos encantó la de flores de calabaza, anchoas y mozzarella, y la romanissima con coppa di testa, achicoria ripassata y espolvoreada con pecorino romano.
La carta también ofrece una amplia selección de platos típicos romanos, ideales para un auténtico viaje culinario a la Ciudad Eterna sin salir de Milán.
Puede echar un vistazo a su menú aquí.
📍Dirección: Via Giovanni Pacini, 37, 20131 Milán
Así que, la próxima vez que le apetezca algo diferente a la pizza de siempre, ¿por qué no prueba una pinsa romana?
Puede que descubra su nuevo plato favorito y, quién sabe, quizá se convierta usted mismo en embajador de esta deliciosa especialidad romana en el corazón de Milán.